La primera vez que las vi fue el 19 de abril, en un video en mi Facebook mientras hacía un eterno scroll en medio de las reuniones de trabajo y las clases del día. Me encantaron, incluso me robé el video y lo guardé en mi carrete para mostrárselo a Juan (que también las amó). Recuerdo que pensé “en Bogotá no tenemos metro, ni playas ni sol, pero HAY Voguing y Transmilenio, que tiene su algo, su no se qué, que lo hace único y obviamente bogotano”. Luego tomé una captura de pantalla, para saber quienes eran las responsables de la coreografía que me hizo pensar por un momento que a pesar de todo Bogotá si puede ser ese lugar donde se puede ser.
Se trataba de tres bailarinas(es), activistxs, no binarixs, TRANSgresorxs, @neni.nova, @axid._.ebony y @piisciis.
Pasaron los días: pandemia, tercera ola, tercer pico, más muertes, más contagios, cuarentenas, pico y cédula, reforma tributaria y Paro Nacional. Como una sinfonía de desgracias poco a poco el ambiente se preparaba para “algo”, no sabía muy bien qué, una manifestación, un plantón, una revolución. Y así, como quien va escalando una montaña llegó el día, el 28 de abril, la fecha prometida para alzar la voz y levantarse frente a una larga lista de arbitrariedades en contra del pueblo. El momento para hacer frente al cinismo de gobernantes que desconocen el dolor de un país.
Ante mi imposibilidad de salir a la calle alcé mi voz por redes como suelo hacerlo siempre, y vi a través de las pantallas a los miles que con fuerza y amor salieron a demostrar que, al pueblo colombiano, a pesar de todo, le queda dignidad y tiene fuerza para levantar la voz. Y fue ahí, frente a la pantalla mientras afuera la amenaza de lluvia era inminente, cuando las volví a ver, haciendo su Voguing frente a los robots del ESMAD apostados en la Plaza de Bolívar.
La verdad es que no sé como describir el sentimiento que me embargó en la hora que tomamos para el almuerzo, entre reunión y clase virtual, del 28 de abril de 2021. Fue algo entre felicidad, orgullo y emoción. Y es que nunca pensé que, en Colombia, precisamente en Colombia, llegaría el día en que tres bailarinas(es) hicieran frente al ESMAD, la clásica representación de la represión, la violencia y el temor, pues más de una vez sus armas han cobrado víctimas, incluso mortales.
Son activistas, obvio, pero sobre todo gais, trans, no binarias, maricones. ¡Que felicidad! ¡Que orgullo! ver como armadxs únicamente con su voguing y una bandera de Colombia, hacían frente a una máquina de represión, a un ser humano sin rostro, sin emociones puesto para “contener” a un pueblo agotado. De alguna forma siento que el video, que en pocas horas se convirtió en un fenómeno viral, era poesía, una nueva historia de Bogotá, una ciudad en la que a pesar de todo podemos SER, o por lo menos estamos tratando.
Creo que me emocioné porque me sentí representado, pero sobre todo porque me sentí identificado, porque en últimas esa es la verdadera esencia de nuestra generación, esa que no se muestra en grandes medios de comunicación. Nuestra generación que ha abierto por fin los ojos, que se levanta sin temor, pero sin agresión, esa que está convencida de que sí se puede cambiar un sistema, la misma que prefiere quedarse y no salir huyendo al país más cercano. La misma que está por encima de los géneros, las razas y las ideologías políticas.
Sin conocer mucho más de ellxs las sentí parte de mi familia, como también sentí a los miles que salieron a marchar en paz a expresar su libre derecho a la protesta y los miles más que se quedaron en casa haciendo su parte.
Al terminar el día, emocionado y sobrecogido, me di cuenta de que este no era el final de la jornada. Todavía falta mucho por hacer si queremos que nuestro país se convierta en lo que soñamos, un lugar en el que podamos ser sin miedo. La buena noticia es que no estamos solos, somos muchos y tenemos Voguing.
Voguing: Forma moderna y estilizada de house dance que se caracteriza por movimientos rectilíneos y jugar con poses como los modelos (el brazo angular, lineal y rígida, la pierna, y los movimientos del cuerpo).
ESMAD: El Escuadrón Móvil Antidisturbios es una unidad especial de la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Colombia, creada en 1999, cuya misión nominalmente es el control de disturbios, con el fin de restablecer el orden y la seguridad de los habitantes.
Imagen: @axid._.ebony