10:00 de la noche en La Habana, Cuba

9:00 de la noche en San Salvador, El Salvador. 9:00 de la noche en Bogotá, Colombia.

No, no es el principio de la canción de Manu Chao, es de hecho la auténtica Radio Reloj, una emisora cubana que he sintonizado en la tele mientras espero a que Mari Carmen termine de maquillarse. Me divierte mucho escuchar la hora tal cual suena en la canción «Me gustas tú», pues nunca pensé que de verdad existía, aunque Mari Carmen se apresura a contarme que el propio Manu Chao recorrió Latinoamérica, recopilando sonidos de todas partes con los que grabó un disco: ¡qué artista este tipo! Las noticias me deleitan, además me calma la ansiedad que tengo, no solo porque estoy encantado con Cuba, sino porque es mi primer día en Varadero, o bueno noche, porque apenas llegamos a las 5 de la tarde y lo primero que hicimos fue ir directo a la playa. Claro está que, en Cuba a diferencia de Bogotá, el sol brilla hasta pasadas las 8:00 p.m., lo que es fantástico y nos da mucho más tiempo.

Pasan 20 minutos y Mari Carmen, por fin, se ha compuesto, ha hecho con su pelo una maravilla y se ha quitado medio kilo de sal y arena que tenía encima. Yo estaba listo hace rato, pero qué más da, si Mari Carmen me ha esperado más de una vez sin chistar, entonces a ella la espero lo que sea. Salimos y queremos comernos la noche, así que preparamos un poquito de Ron Havana blanco con refresco de limón “Ciego Montero”, que es el equivalente local a la sprite. Queda rico, fuerte, porque Mari Carmen dice que si no le sabe fuerte su cerebro piensa que no está tomando nada, pero al fin de cuentas rico, además el segundo trago ya no sabe tanto a alcohol.

Salimos y pasa que, después de haberme tardado un montón de tiempo revisando posadas y hostales en Varadero, finalmente escogí el mejor, así que estamos en la zona rosa de la península. Nos preparamos para largas horas de alcohol, baile y si, salsa, o en el mejor de los casos reguetón o crossover, porque es obvio que es la música local. No quiero que me malinterpreten, no tengo nada en contra estos dos géneros, pero lo cierto es que no son mis preferidos. Pero también es cierto que siempre pongo en práctica el consejo de mi madre: “donde fueres, haz lo que vieres”.

Como sea Mari Carmen y yo nos preparamos, física y mentalmente, para una noche cubana. Andamos con los ojos abiertos, con las pupilas dilatadas, llenando nuestras narices con el olor de la fiesta y dejando que nuestros sentidos se acostumbren al nuevo ambiente. Caminamos si acaso una o dos cuadras, cuando nos topamos con el lugar más inverosímil que he visto en mis cortos años de vida y en mis pocos viajes por la tierra: The Beatles, un bar de rock en Varadero. Y lo primero que me pregunto es “¿Qué coños hace un bar de rock en la mitad del caribe?”

Yo flipo y Mari Carmen, que sin duda me lleva ventaja en cuanto a rock se refiere, ha caído desmayada, no literalmente. Y es que el ambiente, la música y la gente, parecen sacados de una película ochentera, como todo hasta el momento en Cuba por supuesto, pero aún más. Entramos, pedimos un par de cervezas y nos acercamos donde hay hombres y mujeres de todas las edades que parecen entrar en éxtasis. Y bueno, como no estarlo si es que lo que veníamos escuchando (Twist and shout) que es un clásico de los propios Beatles, es música interpretada en vivo. Yo me emociono. El ron ya ha fluye ampliamente por mi sangre y la cerveza me da fuerza para moverme con soltura. Y es que todos en ese momento, cubanos, americanos, franceses, alemanes, rusos, colombianos, bailamos rock, libres, felices, desinhibidos.

Quiero saber quien canta, así que nos movemos pronto entre la gente hasta llegar a la tarima donde nos encontramos con un chico que fácilmente es el doble cubano de Kurt Cobain, acompañado de una chica delgada, de baja estatura, pero de voz fuerte y trabajada. Cantan, pero en serio cantan. Tocan todo un repertorio que enloquece a la audiencia y desde luego a Mari Carmen y a mí: Sweet Home Alabama (Lynyrd Skynyrd), You really got me (The kinks), Zombie (The Cranberries), No satisfaction (The Rolling Stones), Hey Jude, Let it be (The Beatles), Sweet Child of mine (Guns and Roses), Pretty fly for a White guy (The Offspring), Sweet Dreams (Eurhythmics) en fin, la lista es interminable.

Mari Carmen y yo no lo podemos creer, porque de hecho todo es perfecto. Hace calor, pero un frente frío ha golpeado la isla hace un par de días, entonces la brisa sopla refrescante. La gente es efusiva y amigable y todos tenemos energía para rato. Pedimos una, dos, tres rondas de Cristal, la cerveza preferida por Cuba y, sin mentir, parecemos un par de fans enloquecidos. Saltamos, bailamos, hacemos amigos en la masa de gente que se mueve sin prejuicios, sin distinciones, felices. Entonces, sin darnos cuenta, porque el tiempo vuela cuando estás tan feliz, llega el clímax de la noche y con éste la última canción. Interpretan ¿What’s up? de 4 Non Blondes.

Todos enloquecemos de emoción. No hay una sola alma en aquel lugar, iluminado por la luna creciente, que no se sepa el estribillo de la canción. Entonces, todos juntos, nos unimos en un solo coro que grita:

And I say, heeeeeeeey, hey, hey, hey, I say hey, ¿What’s going on?”.

Tenemos los ojos vidriosos, tal vez por el alcohol, tal vez por la emoción. Las parejas se besan, los amigos se abrazan, y yo, obviamente impulsado por la situación, agarro fuerte a Mari Carmen que sonríe de felicidad. Quiero gritar, quiero tomar fotos, grabar videos, quiero beber más ron y una cerveza cristal muy fría. Y así, en medio de la euforia, es inevitable que venga a mi mente el recuerdo de ese capítulo que vi de Sense8 hace un montón de tiempo por Netflix, ese mismo en el que después de sufrir un resto de cosas, al final los protagonistas salen adelante y cantan esta misma canción en diferentes partes del mundo. Me emociono mucho más y pienso: “es cierto, al fin y al cabo, todos estamos conectados de alguna forma que desconocemos”.

2:00 de la mañana en Varadero, Cuba. La 1:00 de la mañana en Managua, Nicaragua. 1:00 de la mañana en Bogotá, Colombia. La noche termina para nosotros, pero no es la última noche, y lo mejor de todo es que todavía no es luna llena.

Radio Reloj.

Lista de canciones

What’s Up – Sense8

What’s Up – 4 Non Blondes

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