10 consejos para enviar nudes

Seamos honestos: todos hemos enviado fotos empelotos por redes. Yo incluso las sigo mandando a mi novio cuando quiero ponerlo, si saben a lo que me refiero. Y bueno, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, o bueno, que mande su primera nude. Como sea, así no lo haya hecho, pero se lo esté pensando seriamente, este decálogo será de gran utilidad para quien quiera incursionar en el mundillo del “ciber nudismo”. Y bueno, que no soy experto ni mucho menos, pero hago mi mejor esfuerzo. Espero lo disfruten.

1. Tápese la cara. El protocolo de seguridad de los nudes es claro: No queremos que, en 10 años, cuando seamos Magistrados de la Corte Suprema, Ministros de Justicia o porque no (siguiendo los pasos de Donald Trump) Presidentes de la República, anden sacando noticias nuestras en tabloides de a peso. Así que, querido amante de los nudes, ahorrémonos problemas y mandemos fotos sin cabeza, que si quieren vernos la cara la enviamos por aparte, con ropa, y ya está

2. Y también lo que nos delate. Obvio! Se tapa la cara, pero no el tatuaje. Se cubre el rostro, pero se le ve el reloj que le regaló el papá el día del grado. No es ser paranoico querido amigo, es sentido común.

3. Cuidado con la ropa interior. Claro, que muchos nudes van precedidos de semi-nudes, pero venga! Que no hay nada peor y que baje más el interés que la ropa interior fea. Esto incluye rotos, tamaños exagerados, sean grandes o pequeños, y desde luego suciedad (si, la suciedad :/)

4. Y con el fondo. ¡Cuidado! Obviamente no es una sesión profesional de fotos, pero revisemos los detalles. Evitemos cepillos de dientes, camisetas, toallas de baño, ropa tirada, espejos sucios o con manchas y desde luego el famoso #papelhigiénico.

5. En busca del mejor ángulo. No estoy diciendo que sea cuestión de tamaño, ni mucho menos, pero un buen ángulo puede hacer maravillas. Además, cada uno tiene lo suyo. Si le gusta su pecho hay que resaltarlo, si le gustan sus pelos (que a mí me encantan, por ejemplo) denles protagonismo. Se trata del ángulo, no del tamaño. 

6. Algo de ejercicio. Chicos: 30 flexiones de pecho, un par de series de abdominales o algunas barras, si pueden, no toman mucho tiempo y van a dar una mejor apariencia a los músculos, y créanme, ver músculos marcados gusta un montón. 

7. Imágenes de Archivo. Pues ya entrados en gastos guardemos el buen material. Si una foto se ve muy bien, si nos gusta y es lo que queremos mostrar, pues a guardarla, ahorra tiempo y además es práctico. 

8. ¿Qué quiero mostrar? Es simple y llana cuestión de marketing. Antes de enviar lo que queramos enviar pensemos: ¿Cómo me quiero mostrar? ¿Un chico fuerte? ¿Uno peludo? ¿más bien tipo sumiso? No mandemos nudes por mandar ¡por favor! Ante todo el profesionalismo. 

9. Sentido Común. Venga, que no es cantaleta, pero tengamos 2 dedos de frente. Háblele un poquito al levante de Grindr, pregúntele quién es, o que quiere, o de donde viene, pero no andemos mandando a diestra y siniestra fotos. Que no es por ser mojigato ni mucho menos, es más bien por seguridad y sentido común. 

10. Y pregunte. Podrá ser tonto, pero el erotismo comienza en el cerebro, va por el ojo y termina justo allí, donde todo termina. El código de etiqueta de los nudes nos dice que preguntemos primero si se quiere intercambiar fotos, obvio, pero con calma, vamos despacio. Indague qué quiere, vaya soltando poquito a poco, vaya abonando el terreno, evitemos ser obvios. El lenguaje es poderoso, hagamos buen uso de él, no hay afán.

Bono extra

11. Pierda el filtro. Pero no me refiero a sus levantes, al contrario, ponga todos los filtros que sea necesario para que encuentre al indicado. Le estoy hablando del la foto. Una foto demasiado retocada termina siendo obvia y nadie le va a comer cuento, además tarde o temprano, en el cara a cara, se van a dar cuenta de sus pecas, lunares y “defectos” ocultos por el filtro, así que, ¿para qué perder el tiempo?

Foto: IG @bichondeladevise